MEGADETH
Sala Republicca
Valencia

12/6/2001

Calurosa noche de martes la que eligieron los miembros de MEGADETH para presentarse ante el público valenciano; debido a la ausencia por causa no justificada del grupo telonero Boiler Room pudimos disfrutar de un concierto íntegro de Megadeth de casi dos horas y cuarto. Con la sala Republicca repleta de seguidores del grupo, se adivinaba una actuación fantástica, como así fue. El grupo se empleó a fondo y se pudo ver como nunca esa comunión grupo-público, y si bien en las dos primeras canciones estaban un poco estáticos a medida que transcurría el concierto fueron soltándose, logrando crear una química especial donde se podía ver al inmenso público cantando los estribillos y mosheando (hasta el mismísimo Dave Mustaine terminó moviendo frenéticamente la cabeza mientras punteaba). Poco se hizo esperar el grupo y a las 22´10 se abrió el telón blanco y "Let me introduce...", "Dread And The Fugitive Mind" fue la canción elegida para abrir la descarga, apoyada con un telón negro con el logotipo clásico del grupo y con un juego de luces no muy espectacular pero si efectivo, los ´Deth salieron con ganas de agradar y a ésta le siguió "Kill The King". Después de esta canción Mustaine se acercó al micrófono para hablar en español con el público y tuvo un incidente con un espectador que le escupió, tras esto llegó el turno de las canciones clásicas, ya que el concierto supuso un repaso a los grandes éxitos de Megadeth de todas las épocas, haciendo hincapié en los discos "Youthanasia" y "Rust in Peace".Empezaron con "Wake up Dead", tras ésta "In My Darkest Hour", "Motopsycho" del último disco. "She-wolf", "Reckoning Day". Dave Ellefson era un torbellino, no paraba de animar al público, Jimmy Degrasso empujaba desde la batería, Dave Mustaine ponía su particular cara de macarra mosqueado clavado junto al micro, y Al Pitrelli ponía la guinda a una actuación magistral. Era increíble asistir a la doblada de guitarra entre él y Mustaine, pero lo más impactante era ver como tocaba los solos de todos los clásicos, ya que los tocaba exactamente igual que están en los discos, cerrabas los ojos y te imaginabas a Cris Poland o Marty Friedman tocando la guitarra, con la genial "Hangar 18", llegó el incidente, a mitad de los solos, el sonido falló y estuvimos cerca de quince minutos esperando hasta que pudieron subsanar el problema. Enlazaron esta última canción con "Return To Hangar 18" del último disco y siguieron cayendo clásicos: "Sweating Bullets", "A tout le Monde" cuyo estribillo cantó el público, "Train Of Consecuences", "Trust", "Tornado Of Souls", "Symphony Of Destruction" (locura general de todo el mundo con este tema) y "Peace Sells ... ". Desaparecieron del escenario, volviendo a él varios minutos después para regalarnos uno de los temas más inmortales: "Holy Wars..." que supuso la guinda a una actuación memorable, una de las más intensas que he visto en años, con el grupo disfrutando y cómodos en el escenario, y podía ver cómo disfrutaba el público ante una actuación soberbia. Como en todos los casos también aquí había un final y tras "Holy Wars..." y el lanzamiento de púas, baquetas y muñequeras, el grupo desapareció del escenario y nosotros también desaparecimos de la sala con dirección cada uno a nuestras respectivas moradas con un dulce sabor de boca y la felicidad de haber asistido a una de las mejores descargas de un grupo mítico.

texto: Ignacio Gavira.